Querido FrAnY:
No sé cómo decirte esto, pero voy a hacerme monja. Cuando vomité en tu caravana te vi pateando a mi mejor amigo. Estoy segura de que eres lo suficientemente mongólico como para entender que Papá Noel no existe. Voy a devolverte las fotos de Los Ángeles, pero seguiré guardando tu foto como recuerdo. También deberías saber que nunca te gustó tu futura encarnación en un pingüino.
Quémate, Hashi.