Interesante...
Querido Narf:
No sé cómo decirte esto, pero nuestro amor ha terminado. Cuando tu enano me mordió en el hospital psiquiátrico te vi sentándote en el monje loco. Estoy segura de que eres lo suficientemente acojonado como para entender que Papá Noel no existe. Voy a devolverte tus cartas de amor, pero seguiré guardando tu carta de suicidio como recuerdo. También deberías saber que te pondrás enfermo al pensar en tu berenjena fetichista
Quémate, Lillie.
(¿Soy yo o una segunda personalidad me está mandando a quemarme?)