¡Hola! Aquí os dejo mi nuevo legacy. El fundador se llama Ricardo Ruiz y lo podréis ver a continuación.
Nota: La historia es explicada en primera persona, es decir, desde el punto de vista del fundador, después el heredero, y así sucesivamente.
Esta es su información:
Ricardo Ruiz
Rasgos:
Ambicioso, Amistoso, Coqueto, Con afán educativo y Guarro.
Deseo de toda la vida:
As del diseño doméstico
Favoritos:
Filete con queso, Pop, Gris
Signo:
Tauro
_______________________________
Introducción
Hola. Mi nombre es Ricardo Ruiz y acabo de instalarme en Sunset Valley. He decidido empezar una nueva vida aquí para poder cumplir mi sueño, que es ser un "as del diseño doméstico". Vivo en una gran mansión de 15 habitaciones y todo tipo de lujos... o al menos eso es con lo que soñaba.
Me paré a mirar mi pequeño "hogar". No podía creer que tendría que vivir al aire libre, casi sin ningún tipo de privacidad.
Pensé: "¿Esta es mi nueva casa?" Todavía no podía creerlo... Me quedé mirando inmóvil por segundos, casi minutos.
Recordé que había traído conmigo un saco de dormir por si el viaje se me hacía demasiado largo. Lo dejé en el suelo y me quedé, una vez más, inmóvil por minutos.
Después miré a mi alrededor. Vi un crío dejando el periódico cerca de mi buzón y papelera. Me acerqué a saludarlo para no parecer grosero.
Me dijo que le gustaba mi pequeño "camping" al aire libre y que a él también le gustaría ir alguna vez. Sonreí.
Ricardo: "Créeme, chico, no es nada agradable, ¡hay bichos por todas partes!"
Niño: "¡Me gustan los insectos y la naturaleza!"
Ricardo: "A mí también..."
Cambié mi cara a una expresión un poco triste. El niño me dijo que tenía que continuar repartiendo periódicos por la ciudad y que tenía que irse, y yo me despedí de él.
Recogí el periódico y como no había ningún asiento tuve que aguantarme sentándome en el W.C.. Leí detenidamente y, afortunadamente, encontré trabajo como diseñador arquitectónico. Realmente necesito empezar ya si quiero cumplir mi deseo de toda la vida.
No tenía nada que hacer así que decidí irme de pesca al estanque que había justo enfrente de... no sé si puedo llamarla mi casa, pero bueno...
Mientras pescaba, miré un poco a mi alrededor. Noté que había un hombre vestido elegantemente saliendo de una gran casa. No le dí mucha importancia.
Se metió en su coche y se largó de allí. Yo seguía pescando pacientemente...
...o no tanto porque me cansé a los pocos minutos y me fui al parque central.
Me bajé del taxi y vi a muchas personas, sobre todo algunas mujeres muy guapas.
Me acerqué a la que me parecía más atractiva...
Ricardo: "¡Hola!"
Chica: "Hola, ¿cómo estás?"
Ricardo: "Muy bien, ¿y tú? Por cierto, me llamo Ricardo..."
La chica me interrumpió.
Morgana: "Me llamo Morgana. Morgana Wolff."
Ricardo: "Bonito nombre."
Decidí comenzar a hablar con ella sobre otras cosas. Le mentí, diciendo que tenía una bonita y reluciente casa. En mi rostro preocupado se reflejaba el engaño y la mentira, y se dio cuenta enseguida.
Morgana: "Te ves un poco preocupado. ¿Qué pasa?"
Ricardo: "Esto... yo... bueno, estoy cansado por la mudanza... eso es todo, creo."
Morgana no le dio mucha importancia.
Le cambié el tema, le hablé sobre mi nuevo trabajo como diseñador arquitectónico y me empezó a prestar mucha más atención. Morgana resulta ser una mujer muy trabajadora y le gusta mucho hablar sobre su ocupación y cosas así.
Quise empezar a coquetear con ella porque nos llevábamos muy bien, pero se fue como si nada. No dije nada, solo suspiré y me quedé allí.
Me entraron muchas ganas de ir al servicio, así que decidí ir al baño público y, como no hay un cuarto de baño para hombres y otro para mujeres... ¡allí estaba!
Ricardo: "¡Morgana! ¡Amor mío! Aquí estás..."
Una vez más, Morgana me interrumpió.
Morgana: "¿Amor tuyo? De eso nada, monada. Yo estoy casada con Thornton y es el mejor marido que una mujer podría desear, no como tú, que no eres nadie en Sunset Valley y jamás lo serás."
Eso me desanimó mucho. Me sentí dolido. Dije "Adiós" y abandoné la habitación. Se me quitaron las ganas de todo. Me sentí muy triste.
Pero allí estaba. Encima de mi rechazo, fui insultado por el marido de Morgana.
Thornton: "¿Se puede saber de qué vas, intentando ligar con mi mujer? Como le vuelvas a poner las manos encima me las pagarás."
Ricardo: "Mira, ya he tenido suficiente con lo que me ha dicho el monstruo de tu novia para que vengas a fastidiarme más."
Thornton: "*risas burlonas* ¡No me vengas con historias! Eres un infantil, diciendo lo que dices. ¿Por qué no te acercas y peleas como un hombre?"
Ricardo: "No hay que pelear para demostrar ser un hombre. Tampoco creo que tú pelees porque no eres un hombre, no llegas ni a persona, eres un monstruo y lo serás por el resto de tu vida."
Me hizo un gesto.
Ricardo: "Entonces no hay nada más que hablar."
Pero esta vez Thornton se cansó y se lanzó sobre mí como el animal que es. Me llevé una paliza.
Fue realmente humillante tener que aguantar ser golpeado en medio de la calle, pero no pude evitarlo.
Me acerqué a otra chica. Tampoco tuve mucha suerte.
Aunque no fui golpeado de nuevo, el marido de la chica, que ni siquiera sé cómo se llama ninguno de los dos, me hizo una cara de asco cuando quise disculparme porque no sabía que eran pareja. Digamos que en Sunset Valley no hay muy buena educación entre sus residentes.
Decidí irme a... ya sabéis adónde.
No me quedaba otra opción que irme a dormir y esperar a que pasara el día de una vez y olvidarlo todo.
Continuará...