fuerzacr03 escribió:Al fin despertó!... antes de eso ella recordó su pasado cuando era niña, terrible ese recuerdo! siguela pronto Didi
Sí, la verdad es que la tuvo que traumatizar en su momento.. ¡Gracias por pasarte fuerza!
♛.Capítulo 4.
DÍA TRES MIL CUATROCIENTOS SESENTA Y CINCO.
DÍA TRES MIL CUATROCIENTOS SESENTA Y CINCO.
“Debía de buscar un sitio para dormir, pero la noche era oscura, y casi no podía ver con claridad. Sin saber qué podía hacer, supuse que lo mejor sería que me echara a dormir un ratito, hasta que amaneciera y los primeros rayos de Sol guiaran mi búsqueda…”
(…)
La noche era oscura, pronto sería Luna llena, lo presentía. Caminaba tranquilamente por el bosque después de haber saciado mi apetito. Me subí encima de una cabina telefónica para mirar alrededor, cuando ví algo.
—¿Eh? , ¿qué es eso? —me pregunté. Los bosques de Moon siempre solían estar bastante vacíos incluso de día, no me esperaba encontrar a.. ¿una chica?.
Después de estar un rato observando desde esa altura, me propuse a bajar, quizás era una pobre vagabunda o un cadáver. Últimamente había habido varios asesinatos en esa ciudad.
—Ya no es una ciudad tranquila— suspiré— Ojalá todo volviera a ser como antes..
Un ruido me sacó de mis ensoñaciones. La chica se había movido para cambiar de postura e hizo también un ruido raro. Estaba roncando.
—Bueeeno— exclamé, — por lo menos no es un cadáver. Pero por dentro me podía la curiosidad de pensar que hacía esa chica durmiendo (y roncando) como si nada en el bosque. ¿Es que no sabía que era peligroso? Me fijé más en ella…
—Vaya, está buena y todo — se me escapó una sonrisilla. — Hacía mucho tiempo que no veía chicas así— inquirió. Mi cerebro reaccionó y ordenó a mis piernas que dieran un salto y me pusiera en frente de ella. Algunas ideas alocadas recorrían mi mente, — Cálmate, — me dije a mí mismo. — Ya no eres aquel chaval de antes, piensa las cosas antes de hacerlas.
Me agaché y la observé con detenimiento…
—Vaya, ¿tiene el pelo azul?, está claro que no es de aquí…— Luego pensé que quizás se lo había podido teñir, tampoco era una cosa tan rara. — Y.. ¿esos tatuajes? — Me fijé que tenía uno dibujando como el mar o unas olas en su pierna izquierda y casi la ocupaba toda la pierna. Y luego los tatuajes de los brazos eran flores o cosas raras. Aunque debía de admitir que había algo en ella o en su ropaje que me hacía sentir terriblemente atraído hacia ella. — Eso es que llevo demasiado tiempo sin ver a una tía decente — me dije a mí mismo.Y era verdad, hacía mucho tiempo que no estaba con una chica.
Nada más decir eso, la chica abrió sus ojos.
—Mierda, te desperté. Lo siento, no te asustes, no te voy a hacer nada — lo dije tan deprisa todo que casi me atraganté. ¿Qué me pasaba?.
La chica por el contrario actuó de una manera muy rara. Sin decir ni una palabra se reincorporó, y sentada puso una ¿pose?... muy rara.
—No te preocupes— dijo— no me asustas lo más mínimo.
—¿Qué? — ¿de qué iba esa tía? Te encuentras a un desconocido observándote en un bosque y tú no ¿haces nada? — esto.. yo ya me iba, es que como estabas aquí pensaba que te había pasado algo.
—Pues.. ¿gracias? , la verdad es que no sé que decirte. — dijo sonriendo.
—¿Estás bien? ¿Necesitas un médico? — Ya no sabía ni qué decirle, su actitud pasota me desconcertaba. Pensé que igual era alguna drogadicta u algo por el estilo. Ella no hacía más que mirarme como intentando “leerme”. Era una sensación muy rara. Y la tía todavía más rara. Justo cuando la iba a decir algo mucho más borde me fijé en su cara y en sus ojos.
—Vaya.. no me había fijado en tus ojos.. qué ojos tienes tan.. — no me salía la palabra. Nunca había dicho un piropo ni nada romántico ni bonito a ninguna mujer. Yo era de esos chicos que pensaba que eso era para críos. Cuando creces si tú le gustas y ella te gusta no había nada más que hablar. Todas esas cursiladas sobraban. Al menos a mi parecer. Pero esos ojos.. eran especiales. Nunca en mi vida había visto esos ojos tan azules, grisáceos y verdosos. Debí de quedarme mucho tiempo mirándola con cara bobo porque me cortó en seguida.
—¿Qué pasa con mis ojos? ¿Tienes algún problema más? Mira, mejor me largo a otro sitio donde no me despierten cuando estoy descansando. — dijo de manera borde.
—Oh, vaya es verdad. — qué poco respetuoso he sido. Si estuviera aquí mi hermano seguro que me echaría la bronca: según él los hombres tenemos que ser caballerosos con las mujeres. — Perdón, dame la mano que te ayudo a levantarte. — la extendí mi mano para que la cogiera.
—¿Crees que necesito tu mano para levantarme? — y dicho estó se levantó ella sola del suelo con un movimiento ágil.
Pues sí que era rara. Nunca en mi vida hubiera podido creer lo que me estaba sucediendo. Por una vez que intentaba ser amable con una chica, y esta era reacia a todo. Solo me quedaba intentar la última opción para ganar: llevármela a casa.
(…)
“No entendía la actitud de ese hombre. Me miraba de forma rara y se comportaba de una forma insoportable. Se veía a distancia que su carácter no era ese, y también que no me iba a dejar en paz tan fácilmente. Cuando me levanté del suelo pude ver su cara de incredibilidad. No entendía por qué. Si yo me podía levantar perfectamente, ¿ por qué me quiso ayudar a levantarme? Su cara cambió rápidamente a una sonrisilla pícara que tampoco entendía. ¿Acaso iba a volver a intentar hablarme? Ya no sabía ni qué hacer para que se fuera.”
—Mira.. —empezó. —Creo que no hemos empezado con buen pie… ¿qué te parece si olvidamos lo ocurrido y nos presentamos como si nos acabáramos de conocer? — preguntó con una sonrisilla picarona.
—Una gran pérdida de tiempo. Por si no lo has visto no me apetece entablar más conversación. Hasta luego o mejor dicho hasta nunca. Un placer haberte conocido, desconocido. — dicho esto, pensé que ya el chico se hartaría y se iría. Pero no lo hizo.
—Vaya, que contradictorio “un placer haberte conocido, desconocido”. — dijo imitando mi voz. —No nos conocemos, en absoluto. — Su mirada se fijó en mis ojos .
—Pues que pena. — le corté. —Tampoco quiero conocerte. —sabía que estaba siendo borde. Pero no sabía qué más hacer. No había entablado conversación con alguien desde hacía.. muchísimo tiempo.
—Jajajaja— se empezó a reír a carcajadas. —Vaya tela. Pues mira iré al grano y así te dejo en paz.Te hago una pregunta y si me respondes, te dejo ir. —sonrió.
—Vale. — estaba ya cansada de este jueguecito. Creo que iba a amanecer y todo.
—Está bien. Me llamo Eidan, hijo de los Blake. ¿Y tú? —inquirió con curiosidad.
—Yo.. — ahora sí que estaba en un lío. No tenía ni idea de donde procedía ni mucho menos mi nombre. Pero de lo que estaba segura es que no le iba a contar mi historia a este tipo tan desagradable. Tenía que pensar en algo, y rápido.
—¿Y bien? —el chico se empezaba a mosquear. — Solo un nombre. Tampoco es tan difícil, chiquilla.
—Me llamo.. — no tenía ni idea de qué decirle..¿me inventaba un nombre? En ese momento mi cerebro había dejado de pensar y no me venía ninguno a la mente. ¿Qué narices le iba a decir? Entonces fue cuando tuve que buscar otra alternativa. Lo que no sabía es que esa alternativa todavía me metería en más problemas.
—Eidan.. ¿no? —pregunté.
—Sí. — se notaba cansancio ya en la respuesta del chico.
—Ehh…¿vives muy lejos de aquí? — hice que mi voz sonara lo más alegre posible. No sé si fue así, pero..
El chico no dijo nada. Solo sonrió.Y creo que también me guiñó un ojo. Qué imbécil.
—Me dejas impresionado, chica. Sígueme.
“No tuve más remedio que seguir a ese tal Eidan Blake…espero que no haya sido un error…”
____________________________________________________________________________________
Espero que os guste el capi, como veréis cada vez son mucho más largos, aunque creo que este es el más
largo de todos.. ¡Gracias por leer!