Reunión bilateral Acadia-Aldaria: ahora nos toca a nosotros.
El día 4 de octubre llega al Aeropuerto Internacional de Towark un vuelo proveniente de
Westminster, Acadia; era el presidente acadiano Greg Manning, quien venía acompañado por una delegación de ministros y empresarios. La última reunión había sido en abril del presente año en la capital acadiana, por lo que ahora Aldaria debía ser el protagonista.
Al bajar del avión, el presidente Greg Manning fue recibido por la presidenta
Miriam van't Hoff, que saludó a Manning de una manera muy familiar, algo que demuestra la excelente relación, en todos los sentidos, de Acadia y Aldaria. Durante el transcurso de la mañana de ese día, el presidente firmó el
Tratado de Libre Comercio Acadia-Aldaria, trato que, según el ministro de economía de Aldaria, Sebastian Leblanc,
"es un importante paso para la integración entre dos países tan lejanos, pero tan cercanos a la vez", además se firmaron varios tratados, entre ellos uno de los más importantes que era la
liberalización de aranceles para los productos acadianos en el puerto de
Portland y la
facilitación del ingreso de productos comestibles envasados desde Acadia hasta Aldaria, así creando una excepción respecto a la estricta ley de comidas de Aldaria, respecto a esto Sebastian Leblanc dijo que "esto demuestra la confianza en el sistema y economía de Acadia por parte de Aldaria. La reunión terminó a las 1 de la tarde en punto para dar paso a un almuerzo en el hotel B Continental de Towark.
Durante la tarde de ese día, el presidente Manning dio un discurso en la
Universidad de Towark ante un auditorio repleto de estudiantes de todas partes de Aldaria, que querían ver a "la cabeza de uno de las naciones más influyentes del mundo". El presidente Manning habló sobre todos los temas los cuales los estudiantes le consultaban, economía, política y teoría social, tópicos a los que el presidente acadiano les respondía con total seguridad y sabiduría respecto a ellos, demostrando el porque era presidente de Acadia. Luego de la presentación en el anfiteatro, el presidente Manning tuvo la oportunidad de hablar con algunos estudiantes que ya habían organizado una pequeña charla con el presidente.
Presidente Greg Manning dando una charla en el auditorio de la Universidad de Towark Durante la noche de ese día, el presidente Manning se volvió a reunir con la presidenta van't Hoff, ahora en un centro de convenciones local, donde se planeaba una cena con toda la delegación acadiana y varios representantes de diferentes entidades de Aldaria, entre ellos el elogiado
Andrés del Valle, presidente del banco estatal
ALDRA, persona que, según muchas personas, es el responsable de que Aldaria no haya caído en la crisis económica europea. En la cena la presidenta van't Hoff sumó elogios a Acadia y su sociedad en general; "de ellos deberíamos tener un molde" y "la sociedad acadiana es sin duda un símbolo de progresismo y mentalidad abierta" fueron algunos de los atributos dados al país norteamericano.
Al día siguiente, el presidente acadiano y su comité se reunieron de manera más formal para tratar temas serios, como lo son geopolítica y organizaciones internacionales. Sin duda el tópico de la reunión fue la
crisis en Oriente Medio, que, aunque actualmente no ha causado mucho revuelo, puede ser un detonante de algo mayor; la presidenta van't Hoff se refirió al momento actual de esa zona como "el ojo del huracán" y expuso el punto de vista respecto al conflicto sirio del gobierno de Aldaria: "
nuestro país puede prestar apoyo logístico y económico a países como Acadia para una potencial invasión a Siria, pero siempre que la intención sea llevar democracia a la nación musulmana", a lo que el presidente Greg Manning respondió "
el parlamento acadiano aceptó invadir a Siria hace algunos días atrás, pero siempre con la intención de derrocar al régimen de Bashar Al-Assad".
En la reunión también se agradeció el apoyo de Acadia -país que preside
la Alianza, con
Michael Berneri a la cabeza del organismo internacional-, a la candidatura del ingreso de Aldaria a dicha organización. Durante lo que restaba de la tarde de ese día, el presidente Manning demostró su lado más humano y sociable montando una bicicleta en un parque cercano a la casa de gobierno de Aldaria, algo que sorprendió a varios transeúntes, que conocían muy bien al presidente acadiano.
A las 6:30 de la tarde, y con un clima típico de otoño en el norte de Aldaria, el presidente Manning, y su comitiva, se despidieron de los ministros y la presidenta en una ceremonia en el mismo aeropuerto, incluso siendo el presidente despedido por algunos trabajadores del aeropuerto
"Hasta luego, presidente Manning", dijo un trabajador del aeropuerto