
Iliria, una de las tradicionalmente ciudades más dinámicas de Waren, también tuvo un pasado. Antes de que el gobierno alemán decidiese establecer aquí un pequeño polo industrial en 1967, la pequeña villa de Iliria no era más que un pequeño asentamiento donde las casas se arremolinaban entorno a la iglesia de la virgen de la bahía, patrona de la comarca de Waren. En las calles de la villa se respiraba un ambiente rural, con cierto trasiego en la plaza del pan donde se vendían los productos agrícolas producidos en los pastos aledaños y los campos agrícolas cercanos.
Junto a la transwarenaica (que marcaba el límite urbano de Iliria) y el ferrocarril, entonces solo contaba con una población entorno a las 3.000 personas. Estación ferroviaria de poca importancia, Iliria no obstante era el punto donde partía del tronco principal (ya entonces de dos vías) el ramal de la bahía, hoy abandonado; por la peculiar configuración de la estación, los servicios que paraban en Iliria habían de entrar en el ramal.
Esta es la primera de una serie de instantáneas que enseñarán como Iliria pasó de ser este pequeño pueblo a una ciudad cuyo dinamismo ha sido recientemente renovado por el plan del gobierno del reino para impulsar la comarca.