
He aquí, una fría mañana de duro trabajo, diario ordeñando ovejas y cosechando el maíz. Me llamo Marco, no estudié, mi padre y mi madre no pueden mantenernos mas, ha llegando un tiempo de hambruna y poca cosecha, la sequía se aprovecha del cultivo y las ganancias van en picada.
En mi casa vivimos 15 hermanos, entre ellos yo soy el mayor, las tareas de cosecha cada día se han vuelto innecesarías cual veo la obligaciónde conseguir un trabajo para mantener a mi familia.

Escuché de un amigo, donde ofrecían trabajo de cargueros cual pagaban 20$ pesos diarios. Pregunté y me dijo, para ese trabajo... solo en la ciudad...
Dijo, para llegar a la ciudad tienes que pedir rite a uno de los camioneros que llegan cerca del pueblo de Santa Clara. Ve a la gasolinera local y busca ayuda para ir a la ciudad, creo que llegará un pollero y nos llevará a la ciudad.

Decidí al día siguiente acompañarlo a dicho trabajo, tube que ir a píe a lugares desconocidos. Por primera vez en mi vida había llegado a un lugar bastante extraño, era un pueblo que estaba agonizando de hambre y las calles vacías. Lo único que se escuchaba era el zumbido de los carros que pasaban por la autopista. Orientándome de ese extraño sonido quedé impresionado a la velocidad que pasaban dichos vehículos.

Al borde de esa autopista, humildes casas lo rodeaban, niños jugando justo al lado del peligro y la tristeza de esas personas se asechaba por todo el lugar. Entre escombros y tumbas rodeaba dicha carretera a lo lejos se alcanzaba a ver un paradero.
Me dirigí a ese paradero, vi grandes camiones estacionados en el área.

Preguntaba por ayuda diciendo "¿A la ciudad?" quien al contactar a ellos encontré a mi amigo y le pregunté ¿Tu también irás a la ciudad?. Me respondió, he perdido lo que tenía, mi padre era trailero, murió durante un accidente automovilístico, ahora soy el único responsable en cuidar a mi familia.

Justo al instante se acercó un pollero gritando a los que trabajarán con la carga, eran bastantes quienes se dirigían aquel camión, entre apretados era un olor insoportable debido a la cantidad de pollos pudriéndose que llevaban como mercancía gratuita a diferentes familias. Nos dieron la orden de repartir los pollos a diferentes hogares por las rancherías y posteriormente ir a la ciudad para recoger nuestra paga...
Continuará...















