Capítulo 6: Boda y NacimientoDecidí cambiar mi atuendo por uno más acorde a una mujer rica, licenciada en una carrera de empresariales y sobre todo de una empleada de archivo. Gracias a mi carrera, pude entrar a trabajar en Negocios desde el nivel 3.
Unos días después comencé a ir a trabajar a las oficinas de negocios de la ciudad.
Con el tiempo llegué al nivel 5 de mi trabajo y pasado un mes Scot vino a visitarme.Vera: Como me alegra ver que hayas venido ¿Acabaste la carrera no?
Scot: Sí, acabé la de Ciencia y Medicina, pero me quedan aún algunas por acabar. Aunque tengo pensado trabajar en la profesión de ciencia.
Vera: Te he hechado de menos mi lobito bonito.
Scot: Yo también a ti, mi pelirrosada colmilluda.
Entonces me decidí a dar ese gran paso.Vera: Scot ¿te casas conmigo ahora mismo?
Scot: Vaya sorpresa, por supuesto que sí.
Y nos casamos, comimos perdices y fuimos muy felices y colorín colorado... eh que esto aún no se acabó.
Scot cambió su peinado y ropa y estaba mucho más guapo que antes.
Yo construí un iglú, aunque al final no le dimos uso.
Y esa noche.Scot: Preparate para pasar la mejor noche de tu vida.
Ya habíamos hecho el amor muchas veces, pero esa fue la mejor de todas las veces que lo hicimos en la universidad.
Momento intelectual. Yo leía una receta y Scot le dio por aprender alquimia.
En un pequeño cachito de la parcela, Scot construyó una caseta y plantó unas cuantas semillas para así aprender la habilidad jardinería y ascender en su trabajo de ciencia.
Y yo pasado un mes me di cuenta que esperaba, que esperábamos a un bebé. La cosa es que vino de repente, ya que yo no tuve ningún síntoma de embarazo. Debía ser por mi condición vampírica tal vez.
Me aficioné tanto al smartphone y a mi blog, que al final lodré dominar la habilidad de redes sociales.
Y entonces pasaron los meses y mientras cenábamos...Vera: Scot, saca el coche, ya viene.
Scot: Ahora voy mi amor. Tu no te muevas de aquí.
Al final llegamos bien al hospital, aunque la que condució al final fui yo. Scot estaba más nervioso y eso que él no era quien tenía contracciones ni era el que iba a dar a luz. Así que yo como mujer valiente que soy conducí hasta el hospital.
Al cabo de unos días, salí de allí con un bebé bien mono. De nombre Joel.