por juancarlos_bs » 02 Jul 2005, 22:07
<em>Excelentísimos ciudadanos extranjeros.<br /><br />Me dirijo a ustedes para anunicarles oficialmente mi renuncia, por motivos que más adelante explicaré<br />Pero antes de eso, es importante para mí decirles que en el corto comunicado del Presidente, éste ha aprovechado para trangiversar lo ocurrido.<br />En la página oficial de la República reza lo siguiente, cito: "<strong>...el motivo es que quería administrar la web (...) permitido sólo a presidente y vicepresidente</strong>". Pues les digo, que al momento de mi renuncia lo único que le dije fue:<br />"Y mira, WVB puede escribir en la página??", él respondió que sí, y luego yo dije "Ah, bueno, renuncio". En ningún momento dije la causa, y si lo dí a entender, pues disculpen.<br /><br />Los motivos he decidido numerarlos:<br />1. A pesar de mis esfuerzos por el bien de la R.A.P., sentí que a Carlos no le importaban. Dí mucho de mí, pero Carlos sintió que no era suficiente. Hasta tuvimos una discusión en la que él dijo que yo no le había ayudado. <br /><br />2. El Pacê. Fuí nombrado Asesor de la Real Academia de ese idioma. Pensé que podría ser de mucha ayuda, pero me equivoqué. El pacê comenzó relativamente mal. Como un dialecto castellano, o un Deutspañol. Además, uno de los mayores problemas era los acentos circunflejos (^) los cuales no tenían razón de ser.<br /><br />3. Yo le ofrecí a Carlos ser presidente del Congreso Pacifista, porque creía que podía darle un grandioso marco legal a la nación, siguiendo a la constitución. Pero entonces el presidente dijo que jalaba para mi lado, lo que no me pareció correcto.<br /><br />Y esto es todo. Sepan que no puse traducción al pacê por considerarlo un idioma personal de Carlos. Además, la constitución no fue publicada en la página, por lo que sentí que no hubo aprecio a eso. Gracias<br /></em><br />Johner Carlos Bâdui. Ex asesor principal de la Real Academia Pecere.<br /><br /><br />
"El derecho de expresar sus pensamientos y opiniones por escrito o por cualquier otro modo es el primer y más estimable don de la naturaleza. Ni aún la ley podrá jamás prohibirlo". Simón Bolívar, 1819. No a la ley mordaza.