En esta nueva actualización hablaré de una de las ciudades más fascinantes de Atlantis, así como de una parte de la historia igualmente fascinante. Se trata de los Palacios de Verano y de la Ciudad Imperial de Basrie’Ga.
Primero, hablaré de los palacios de Verano, un gran complejo de castillos y jardines construido entre mediados del siglo XIII y finales del XV. Sin lugar a dudas, lo más impresionante son los Tres Palacios Imperiales, separados por dos cascadas artificiales y rodeados de flores y bosque, todo ello con unas espléndidas vistas al Lago Vitriades.

El mayor de todos es el Palacio del Agua, construido entre 1264 y 1280, siendo la principal residencia de descanso del Emperador. Se trasladaba aquí para escapar del ajetreo de la capital, y también porque por aquel entonces Rabanasta era la región más protegida y tranquila del Imperio.

El segundo fue el Palacio de las Luces (1287 – 1311), más pequeño pero con un interior mucho más lujoso y cálido, que más tarde pasó a ser el palacio de veraneo del príncipe imperial y heredero al trono.

Finalmente encontramos el Palacio del Fuego (1314 – 1321), más modesto y austero que los anteriores, y que apenas fue habitado hasta el siglo XVI. Todos ellos fueron obra del glorioso emperador Giadalsa el Constructor y su hijo Pegdersha el Jóven.

Frente a los palacios encontramos tres islas artificiales, construidas a mediados del siglo XIV por Pegdersha el Jóven (reinó de 1304 a 1339), quien reformó sustancialmente el gobierno, dividiendo su poder entre el Consejo de Valias y dos cámaras de Ancianos. De esta forma, frente a sus palacios, levantó esos tres pabellones, siendo el central el del Consejo y los laterales de los Ancianos.

Un siglo después, Silvano IV empezó otra obra colosal que duraría del 1407 a 1483, terminada por su nieto Galaras. Se trata de los jardines flotantes, un complejo artificial de más de 120.000 metros cuadrados.

Aquí vemos el observatorio astronómico donde el emperador pasaba las noches consumando su afición por las ciencias, cosa que lo apartó de la política, causando desorden y cierta anarquía en la corte.

Estos muelles imperiales con posteriores, construidos en el siglo XVI para conectar con la ciudad imperial, de la que ya hablaré.

Muy posterior, de 1630-1649, es la basílica Rukya, una verdadera obra maestra de la arquitectura occidental que llegó a principios de ese siglo a Atlantis.

Pero si algo destaca de estos jardines flotantes es su “península” de la meditación, y el pabellón que recibe el mismo nombre. Era el lugar donde el emperador iba a meditar sobre los asuntos de estado. En la sala centran solo podía entrar él, y no debía ser molestado. La anécdota es que Galaras, cuando ya contaba con 85 años de edad, entró para meditar. Pasaron once días antes de que sus sirvientes se atrevieran a entrar, pues no debía ser molestado, y lo encontraron muerto por causas naturales. Oficialmente, el Imperio había estado ocho días sin emperador.

Damos ahora un salto en la historia hasta el siglo XVI, una época convulsa y de grandes cambios. El emperador Dakros de oriente recibió este sobrenombre por sus grandes viajes a Asia (hasta 26 en 21 años de reinado) y su gusto por la cultura china. Cuenta la historia que mientras viajaba por la ciudad Prohibida con su séquito, iba diciendo a su secretario que edificios debía recordar, para reproducirlos luego en Atlantis. Efectivamente, nada más llegar de su tercer viaje a China, comenzó la construcción de la Ciudad Imperial de Basrie’Ga.

Antes de nada, dotó a la ciudad de una colosal muralla de 4 kilómetros de perímetro y unas grandes torres defensivas.


La ciudad, de unos 8.000 habitantes, todos nobles o plebeyos adinerados, estaba protegida por la guardia Sagardiana, que significa Protectores de la familia imperial, un cuerpo de élite que contaba los 777 efectivos y 2000 más en reserva.

Un gran portón era la única entrada a la ciudad, donde llegaban los barcos desde los Muelles Imperiales de los que he hablado antes.

La ciudad se terminó en 16 años, con más de 13.000 artesanos. A parte de las pequeñas casas y los castillos, muchos nobles se permitieron grandes y lujosos palacios amurallados, a cual más fastuoso.



Pero si hay algo que puede cautivar los ojos de quien visita la ciudad, es sin duda el palacio imperial. Antes de nada, he de decir que esta zona de Rabanasta es rica en un mineral exquisito, el dirix, parecido al mármol pero de color negro intenso. El problema es su escasez y su gran dureza, por lo que hacen falta herramientas especiales para tallarlo, y su gran peso obliga a crear cimientos profundos y robustas vigas. Pero el emperador ignoró el elevado presupuesto t mandó construir un palacio de madera con el interior de mármol blanco, y un gran techo estilo oriental.

Justo al otro lado levantó un palacio algo más modesto para su esposa, la emperatriz, a quien odiaba y repudiaba constantemente. Según se cuenta, nunca se veían en privado, por lo que evidentemente, no tuvieron hijos. Esto provocó el problema del que hablaré ahora.

Pero antes de nada, os enseño dos cosas más. El primero es el palacio de reposo de este emperador, construido en lo alto de una colina, rodeado de bosques, y de nuevo con el tejado de dirix.

Finalmente, la casita aislada del Shirian. Se trataba de un oráculo cuyo culto es originario de tiempos remotos. Nunca había tenido gran importancia, pero la política de descentralización iniciada por Pegdersha el Joven a principios del XIV cambió las cosas. Poco a poco, el poder imperial se fragmentó en el Consejo de Nobles, cinco cámaras de Ancianos, una Asamblea Popular y once fracciones de representación nobiliaria, así como la figura de un secretario imperial, el Shirian que vivía en esta roca rodeada de agua. Este secretario obtuvo gran importancia, pero en este momento el verdadero poder lo tenía la nobleza.

Los nobles escogían a los magistrados y tomaban las decisiones en política interior, sometiendo a un pueblo cada vez más pobre y ligado a la aristocracia. Casi toda la tierra estaba en manos de unas pocas familias nobles.

El Shirian, secretario imperial, se convirtió en un gran poder en política exterior, aunque siempre controlado por la nobleza. Donde era verdaderamente fuerte era entre la familia imperial, ya que en sus manos estaba el control de la Guardia Sagardiana.

El verdadero conflicto estalló en 1531. El emperador Dakros no tenía hijos de parte de su esposa, por lo que proclamó como sucesor a uno de sus hijos no legitimos, fruto de un romance con una princesa china que conoció en Pekín. El escándalo llegó hasta Atlantis, aunque la nobleza se mostró optimista, pues este nuevo emperador vendría con grandes riquezas y mejoraría cuantiosamente las relaciones con China.

Pero la esposa del emperador, así como algunos nobles y el mismo secretario del Shirian no estaban de acuerdo. El Shirian de entonces era Thelarsa, un miembro de la antigua familia Thelina, que controlará el Imperio entre los siglos I a.C. y V d.C.

En el 1534, cuando el emperador estaba ya muy enfermo, llegó su heredero, Zhou Mei Garbalas el Extranjero, que contaba solo 17 años de edad. Con gran pompa, arribó al portón de la ciudad y desfiló en su carruaje.


Su desfile atrajo a casi toda la nobleza, incluyendo al consejo y a los ancianos, por lo que la ciudad imperial se llenó con todos los políticos y sus ejércitos.


El ejército imperial se reunió frente al palacio, donde debía saludar oficialmente al próximo emperador, al igual que la nobleza y el consejo. Unos 13.000 soldados se reunieron fielmente, aunque muchos de ellos no parecían contentos con su nuevo señor, pues no hay que olvidar que el ejército siempre había sido conservador de las costumbres atlantes.

El momento de tensión y estallido ocurrió a mediodía, cuando la guardia Sagardiana y el Shirian debían prestar juramento de fidelidad.

Thelarsa, reunido con sus 777 soldados de élite imperiales, se negó a aceptar al nuevo emperador y ordenó su detención frente al asombro de la nobleza y del emperador Dakros, quien no dudó en mandar a su ejército para arrestar a toda la guardia imperial.

Thelarsa, con los 777 soldados imperiales, sus 8 guardias personales y el apoyo de la emperatriz y el sacerdote de la guerra de Sephiroth, muy importante en la tradición militar atlante, consiguió el apoyo de parte del ejército de la zona, iniciando así una pequeña guerra civil. La superioridad numérica del emperador, con unos 9.000 soldados frente a los 3800 de Thelarsa, no fue suficiente. El Shirian Thelarsa ya se había encargado antes de bloquear la única salida de la ciudad y tomar las torres y la muralla, por lo que el emperador y el sucesor al trono quedaron literalmente asediados. Finalmente el emperador fue derrotado y arrestado junto al sucesor y todo el consejo de la nobleza. El ejército imperial de la ciudad acogió a Thelarsa en el palacio imperial.

La noticia se extendió rápidamente por todo el imperio, pero el ejército mostró su apoyo a Thelarsa y la nobleza y sus ejércitos privados acabaron sometiéndose. En esta guerra civil de duró apenas mes y medio murieron unos 12.000 civiles, 10.000 de ellos miembros de la nobleza. Se confiscaron bienes nobiliarios por valor de unos 30.000 talentos (los ingresos imperiales de 50 años) y se volvió a una antigua política imperial, con la renovación, once siglos más tarde, de la familia Thelina en el Imperio.
Dejando esto aparte, Thelarsa mandó construir la última y puede que la mayor, maravilla de esta zona. Fue su nuevo palacio, un palacio imperial donde no había cabida para la anterior nobleza, que ahora había perdido su poder.
La fortaleza/palacio se levantó en medio del lago, con una gran base de piedra y el tejado de dirix, más de 9.000 metros cuadrados de salones y pasillos, con capacidad para la familia real, miembros de palacio y la fiel guardia Sagardiana.

Esto es todo, espero que no haya sido demasiado tostón
