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Una vez en casa, me puse un pijama cualquiera y me senté en la cama. El sonido de las olas mezclado con el de las gaviotas me producía cierta sensación de nostalgia, le echaba de menos.

Un espléndido sol anunciaba que comenzaba un nuevo día en Villa Kostos.

Y como cada mañana, Alessa le daba el biberón a la pequeña Molly.
-Muy bien chiquitina-decía acariciándola con cariño-Muy bien, te lo has tomado todo!

-Oye mamá, y Kate? Aún no ha bajado y no sé cuando llego anoche…
-Estará cansada, pero no vino muy tarde..-explicó Oresha-Me pareció oírla llorar.
-Oh… Vaya, ahora subiré.

-Antes he subido y nada, dice que no tiene hambre-añadió preocupada-Algo pasaría anoche…
Lisa se quedó pensativa, más valía que el chico ese, Kal, no tuviese nada que ver.

-Tengo una idea… Alessa, déjame a Molly.
-Toma, que vas a hacer?
-He tenido una idea para animar a Kate-explicó cogiendo con sumo cuidado al bebé-Ya verás como se anima…

Mientras tanto, ajena a todo aquello; no paraba de darle vueltas y más vueltas a Kal. Porque ahora sentía de repente todo esto? Durante el año había pensando en el muchas veces... Pero ahora, tenerle tan cerca pero a la vez tan lejos era algo… Indescriptible.

-Puedo pasar?-dijo Lisa desde fuera de la habitación.
-Pasa…

-Que te pasa hija? No has bajado a desayunar…
-No me apetece-respondí escondiendo la cara en la almohada-Déjame, por favor.
-Pues es una lástima, porque molly también venía a verte pero si quieres que nos vayamos…
-Molly?
Me incorporé para ver a la pequeña.

-Bueno-dijo dejando a Molly al lado mio-Yo te la dejo aquí para que te haga un poco de compañía… Supongo que lo de comer juntas al final nada, no?
-No lo se mamá… Déjame pensar un poco.
Lisa suspiró y salió de la habitación en silencio.

Molly era una ricura, daban ganas de comérsela de lo mona que era. Siempre que la veía recordaba a Kal, tenían los mismos ojos, la misma mirada…

Que pasaría por su pequeña cabecita? Ella vivía excluida de todo tipo de problemas, su mayor preocupación debía de ser que papilla se tomaba hoy o cuando se va a ir a dormir. Pagaría por ser otra vez un bebe, al menos durante unas horas.

Entonces Molly hizo algo precioso, inolvidable para mi. Me cogio la mano con sus pequeños deditos y me miró con sus grandes ojos azules. Parecía decirme: “Tranquila, todo va a ir bien”.

Era todo tan confuso. Mi relación con Kal era algo extrañísimo, el quería mantener relaciones conmigo, pero yo me negué y acabé golpeándome con la pared del baño.. Que hubiera pasado si no me hubiese llegado a caer? Habría intentado abusar de mi? Esa duda me recorrerá siempre el cuerpo.
Pero mientras tanto, voy a disfrutar de mi pequeña sobrina.
Continuará... 