El fin ya está aqui
Las dos naves DDT -Desembarco de Tropas- aterrizaron en el verdoso planeta Tae, en una explanada, cerca de unas monañas bajas. A un kilómetro del pueblo que los Flarts pensaban atacar primero, como aviso.
Los Flart no habian aparecido todavía, pero poco tardarían en hacerlo...
Ter, Krash, Ed y Frip –ya despierto y en plenas facultades- se dispersaron en la explanada junto a los otros cien soldados de la UIB y otros cien del Imperio Duno.
Esperaron durante horas.
Los Flart no aparecian.
Ter ordenó que veirficaran que el Imperio Flart seguia activo –que intentaran contactar con él-, la respuesta fue que si; pero que los Flart no enviaban mensajes de respuesta...
Tras insistir mucho, el Imperio Flart envió una única y breve respuesta.
Pudrios vosotros y vuestras máquinas, vais a morir, vosotros y todos los que os rodeen. Nos vamos, lo más lejos posible de aquí. Ignorantes sois; el enemigo para el que tanto os preparais en derrotar lleva dentro de vosotros años.
Ter recibió el mensaje en tiempo real por el muñecófono. Ed y Krash le miraron al oir el mensaje, y los tres miraron inmediatamente a los Corredores y BipedoS que los rodeaban, más los robots que controlaban la absoluta mayoría de la maquinaria de la UIB en ese lugar.
En un segundo, todos los robots de la UIB se revolvieron contra sus creadores. Infectados por un virus creado por el Rey Ayler, utilizaban cada máquina de la UIB para comunicarse entre ellos y los sistemas de transmisión de datos para mantenerse en contacto con el Rey Ayler; con una tecnologia totalmente desconocida por la UIB...
Cogidos por sorpresa, la mayoría de los que se encontraban cerca de un robot murieron de una manera poco honrosa; los pocos que fueron suficiente rápidos para alejarse... duraron un poco más.
El Rey Ayler veia con los ojos de los robots cómo la UIB perdía más de diez mil efectivos en menos de un minuto. Y la cifra aumentaba. Los Diez Gobernantes fueron los primeros asesinados, por sus propios robots de compañía.
Segundos después, la Capitanía al completo, en el gran crucero CAPP-001 fue muerta cuando el propio CAPP-001 se estrelló contra el Planeta U, principal base militar de la UIB.
Poco después la mayoría de los buques de la UIB empezaron a batallar entre ellos; sin que los pilotos pudieran hacer mucho; ya que todos los buques y cruceros de la UIB disponian de “piltoto automático”, electrónico, claro.
Los más valientes batallaron... y murieron. Nadie es rival para varios millones de robots sin sentimientos con una única orden: matar.
Los pocos que consiguieron sobrevivir –en un lugar con pocos robots: lugares desiertos en planetas y poco más- se refugiaron donde pudieron. Muchos fueron encontrados, y asesinados por robots.
Pocos sovrevivieron a la rebelión.
En el momento en que el BipedoS delante de Ter hizo un movimiento para apuntar a Ter con su arma, Ter atacó al BipedoS con toda la velocidad que pudo, cortándole las mecánicas patas. Ed y Krash, mucho más lentos, esquivaron como pudieron los disparos de los demás BipedoS y se dirigieron corriendo a la nave de desembarco de Tropas, divolviendo los disparos con las pistolas. Mayúscula fue su sorpresa cuando la nave despegó y se elevó rápidamente en el aire, con la gran compuerta en su parte trasera abierta. Varios objetos caian de ella; armas, botiquines, herramientas...
Todos los soldados de la UIB de Tae tuvieron que enfrentarse a sus propios robots. Los robots que ayudaban a repartir las armas y demás utensilios cogieron las armas y empezaron a disparar a sus dueños, cogiendo por sorpresa a muchos y acabando con ellos. Ed, Ter y Krash, sin tiempo ni para soltar una palabra, se mantuvieron unidos y dispararon contra todos los robots cercanos. Frip creció y salió volando de allí en cuanto comprendió la gravedad de la situación, y atacó a los robots desde el aire, embistiendoles y causando bastante daño. Pero, luego, tras embestirles, tenia que remontar el vuelo; varias veces los disparos de otros robots le rozaban. Por suerte ninguno le dio de lleno. Hasta ahora no.
Los Corredores, con su velocidad, eran el mayor peligro de los soldados, y acababan con muchos en pocos segundos, disparando balas como si ametralladoras móviles fueran. Si se acercaban mucho al enemigo, le embestían. Si estaban casi fuera de combate, se detonaban y la metralla acababa con los soldados...

. A ver como se las apañan nuestros heroes para salir vivos de alli 










