Como recordaréis, Genaro y Chloe estaban sufriendo a solas las gemelas, después de la muerte de Elijah y Malvina, y la emancipación de Madison. Por eso a veces se les echaba el mundo encima y acababan rendidos.

Así que decidieron contratar a un canguro para que les ayudara a mejorar el panorama. Era un poco quejica, pero al menos hacía bien su trabajo.


Ahora la pareja podía descansar un rato de tanto lloriqueo y disfrutar de su ampliada casa.

Chloe tenía una habilidad a la que no le había sacado nada de provecho: robar. Así que a pesar de su bondad, se enfundó en un conjunto negro y se fue a la casa de enfrente, que tenían un suculento garaje.


Y... ¡al bolsillo!

Le dieron una mano de pintura para al menos disimular un poco...

Elijah, desde el inframundo, no estaba contento con el deteriorado estado de su jardín:

Por eso, de vez en cuando, iba a molestar a su hija y yerno. Ya solo les faltaba esto para no poder pegar ojo en toda la noche.

Bueno, ya que se habían despertado y que las niñas estaban tan tranquilitas, aprovecharon un ratito...

A las pocas horas, Chloe se dio cuenta de que otro bebé estaba por venir (aunque estaba en los huesos). Rezaba para que no fuera otro pack de dos.

Venga, que no era para tanto, las niñas eran muy buenas:

Chloe se preguntó cómo le iría a su hermana Madison. Fue a visitarla a su nueva casa que no estaba
nada mal...

Le contó su nuevo embarazo y cómo le iba la vida con Genaro, pero la verdad es que le daba un poco de envidia la casa que se había agenciado su hermana.

Al salir se topó con un médico que también iba de visita y le preguntó por el sexo del bebé. Ella y Genaro querían un niño, pero parece que el doctor no decía lo mismo, otra niña...

A la mañana siguiente, Chloe se fue al hospital conduciendo su coche ‘nuevo’.

Efectivamente, otra niña. Su nombre era Emma y era excitable y atlética.

Pronto llegó el cumpleaños de las gemelas y por fin dejaron la etapa de infante.

Gabrielle era una niña a la que le encantaba la naturaleza y odiaba la tecnología. Tampoco le gustaba el arte.


Sin embargo, Jada era artística y también valiente. Pero era una niña malvada...


A Gabrielle le gustaba ir a hacer los deberes al parque y sentarse en la hierba. Era muy buena estudiante y pronto entró en la lista de honor.

Jada también sacaba buenas notas, pero era más bruta. En vez de juntar a los muñecos como hacía su hermana cuando jugaban a las casitas, prefería hacer que se pegaran.

Su hermana pequeña, Emma, creció a infante ante la no-mirada de sus familiares.

Al menos su padre le hacía casa a la pobre...

Jada aprovechó enseguida para hacer de las suyas con su hermanita. Pero bueno, tampoco se enfadaba mucho.

Como ya habían crecido, se merecían una mejora de sus habitaciones acorde con sus gustos, y aunque no tenían mucho dinero intentaron gastarlo lo mejor posible.


Mucho dinero no les quedó...

Por cierto, que la nueva canguro que venía era una guarra. No hacía más que tirarse eructos por haber bebido demasiada Coca-cola... ¬¬

Genaro decidió que ya era de crecer un poco más y pasar a adulto-adulto. Seguía igual de bien que siempre.


La familia aprovechaba las horas en el estudio, Jada sacando su vena artística, Chloe mejorando su habilidad lógica para ascender en la carrera médica, y Genaro haciendo horas extra desde casa (es Paramédico).

Pero Gabrielle prefería salir de casa y disfrutar de la libertad de la naturaleza. Le había dado por pescar, aunque no encontraba nada más que
Susanitos de 0,1kg. (Pero sirven para hacer sushi...

)

Las gemelas se lo pasaban pipa jugando con su nuevo juguete: Emma. Eran muy buenas hermanas (a pesar de las piruletas robadas).

Igualmente, Chloe y Genaro estaban
totalmente compenetrados con los cuidados de su nueva hija.

Pero el tiempo pasaba y las gemelas dejaban atrás su niñez para convertirse en todas unas señoritas.


Gabrielle, que era tan naturalista y anti-tecnología/arte, se puso un conjunto sencillo y se cortó el pelo:

Su hermana Jada, malvada y artística, más sofisticada, optó por un estilo totalmente opuesto:

A veces daba un poco de miedo con sus caras y movimientos.

La verdad, cualquiera diría que son gemelas...
