queria verte, inolvidable tierra querida, Arequipa ciudad blanca de mi amor.
Embriagado de distancia, añoraba la fragancia, de tu suelo, tu campiña y su verdor...
...
pero ya no necesito añorarla, porque este peregrino fatigado ya es feliz en su regaso, con el beso y el abrazo que le otorga su bondad.
en pocas palabras, ya estoy en Arequipa

!