Traigo actu!

(Por fin...)
Bien, ante todo os dejo el árbol genealógico para que os situéis. Hace demasiado tiempo que no tenemos noticia de los V-57 y probablemente tendréis personajes medio olvidados.
La última actualización fue
esta, por si necesitáis refrescar cosas. ^^

Empecemos por el suceso importante del mes.
¿Recordáis al novio esperpéntico de Tierra? Pues al chaval le ha crecido la nariz y se ha convertido en un motard más o menos aceptable.

(Como mínimo ahora resulta menos repulsivo que cuando era adolescente.....

)

Y qué le vamos a hacer, Tierra está loca por él. (¿Puede un humilde espectador interferir en los sentimientos de sus Sims?
Nunca! Y menos en los de Tierra, que tiene muy mal carácter. Así que me quedo quieto y acepto la relación con el motard, aunque con franqueza no me parece una opción excesivamente interesante....)

Lo cierto es que esta pasión de Tierra por Roberto es comprensible: tiene ese aire de bruto manejable que a ella tanto le gusta.... y además está forrado de pasta. En otras palabras.... apenas se habían dado dos besos y el muy desprendido ya le había regalado semejante cochazo:

Algo que naturalmente Tierra apreció muchísimo.
(Que la niña no es tonta....)
Habréis notado que, intrépida ella, ha escogido la profesión de cazafantasmas.

Estuvo probando lo de ser bombera durante una semana y decidió que era demasiado agobiante: ni le gustaba reparar la alarma a cada momento, ni hacer mejoras en el camión, ni tener que salir corriendo, ni apagar fuegos, ni arreglar destrozos. Vaya, que no era lo suyo.

En cambio cazando fantasmas se siente realizada. (Atentos a su cara de "voy a darte una PALIZA, cretino")

Además, le mola coleccionar espíritus.

Al motard (que es escultor) le encanta la profesión de su novia y se siente orgulloso de ella. Máxime cuando ésta ha tenido que ir un par de veces a su casa para quitarle los fantasmas de encima.

Prestemos atención ahora al loco de la familia. Como le gusta chatear y se pasa el día pegado al messenger, Ganímedes ha conocido a mucha gente últimamente. Quien acapara su atención de una manera especial es una japonesa (Lin-Bao) que vive en el mismo pueblo.

Hace poco Lin-Bao le propuso trasladarse a vivir con ella. Ganímedes lo consultó con el cuarto de baño (con quien mantiene una relación de "yo te cuento mis cosas y tu me escuchas en silencio") y después de un debate intenso, mucha indecisión y doscientas caras raras, ha decidido aceptar.

"Lin! ¿estás conectada al msn? ¿No? pues conéctate, que tengo algo que decirte!"

En fin.
*Chismorreo ON*Me he enterado (por Susanito, que sigue ejerciendo de chismoso paparazzi) que Ganímedes está "algo molesto" por haber quedado el último en la encuesta. No es que pensara que iba a ganar, pero nunca imaginó que Luna pudiera quedar por encima de él. Así que deja la casa con esa expresión de buen rollo que véis.
*Chismorreo OFF*
Decimos adiós al bueno de Ganímedes por el momento. Estoy convencido de que será feliz en su nueva casa, con su japonesa.

Antes de seguir con Luna, comentaremos brevemente que Casio está consiguiendo un éxito sin precedentes con la venta de sus libros. Como la acción del que ha empezado a escribir se sitúa en Francia, ha decidido pasar una temporada en la casita que compró allí. Con Ultravioleta al cuidado de sus hermanas mayores y el demente fuera de casa, sabe que su presencia no será tan necesaria durante unos meses....

Y ahora si, continuemos con Luna.
Sigue como la dejamos, feúcha y solitaria, encerrada en la habitación del ático casi todo el día, aporreando cacharros a los que llama "inventos" y vendiéndolos en la tienda de segunda mano. (Gana su dinero, es un buen negocio).

Su última invención se ha convertido en su obsesión. Se pasa el día cavando agujeros en el jardín (algo que de momento sólo le reporta pedruscos y gnomos) y volviendo locos a los vecinos con el infernal ruido.

El trasto no es fácil de manejar, pero Luna es tozuda y sigue agujereando con perseverancia. Necesita gnomos,
máaas gnomos!!!

Deja siempre en el jardín los que va encontrando.... pero ellos tienen iniciativa propia y aparecen en los sitios más extraños, cada día con posturas distintas.

En cuanto a cuestiones más personales, Luna tuvo un desengaño bastante desagradable con un amigo de Ganímedes, a quien ella consideraba lo más bello de Sunset Valley.

A pesar de que Osmaro Galnares (

) le advirtió repetidamente que estaba casado y por tanto no le interesaban sus coqueteos, Luna no se lo tomó demasiado en serio. Los matrimonios
suelen terminar, así que puso todo su empeño en seducir al bello y acelerar su final. Lo único que consiguió fue un rechazo mayúsculo.....

.... y que Osmaro la pusiera en su lista negra de "pesadas insufribles".

Así que la pobre se está dando a los dulces para olvidar su decepción.
Esperemos que se recupere pronto, sólo le faltaría ponerse como un tonel.... 
La que está viviendo una experiencia totalmente distinta es su hermana. Finalmente y después de meditarlo durante un par de minutos, se ha atrevido a proponer matrimonio a Roberto. Éste ha aceptado, dando saltitos como una niña histérica y echando por tierra su imagen de bruto manejable.
Como su futura esposa es una persona de acción y no está dispuesta a perder tiempo, ha decidido que la boda será esa misma semana.

De momento la pareja ya ha hecho obras en la casa. Han decorado la habitación de Casio (aaaaaah,
se siente! no haberse marchado a Francia) según su estilo rockero.

También se han cargado el rincón de mimbre que Casio había instalado en el jardín y donde acostumbraba a escribir sus libros (aaaaaah,
se siente! no haberse marchado a Francia) y han construido un garaje para almacenar sus cachivaches.

Roberto tiene la esperanza de poder comprar un coche de carreras algún día, mientras que a Tierra sólo le interesa coleccionar motos.

La iniciativa del garaje ha molestado a Luna, quien ha tenido que conformarse con un
pequeñíiiiisimo espacio para seguir con sus agujeros. Ella está deprimida, pero los vecinos se sienten realmente agradecidos.

(Hay que decir que Luna también ha aprovechado para mejorar su dormitorio, redecorando el de Ganímedes).

Venus se está preocupando mucho por Luna últimamente. La nota más triste de lo habitual e intenta estar con ella el máximo tiempo posible.

De paso, aprovecha para espiar a Roberto: no le gusta demasiado el futuro marido de su bisnieta.

Ultravioleta pasa de todas las movidas familiares. Ni le ha molestado que su madre se marchara a Francia, ni le preocupan los agujeros de Luna, ni le importa la boda de Tierra, ni que el loco de su hermano haya abandonado la casa. Ella sigue cocinando galletas incomestibles, mirando a todo el mundo con esa expresión suya misteriosa y dando mucho mal rollo.

Y llega el día de la boda. Tierra lleva un modelito de cuero acorde con su personalidad. Se ha maquillado, se ha puesto guapa y espera que su prometido haga exactamente lo mismo.

Pero no. El muy palurdo se ha presentado con sus pantalones rotos y las gafas horrendas.
Tierra está
ligeramente mosqueadilla por esta falta de seriedad.

Justo antes de empezar la ceremonia se les muere un yayo desconocido muy inoportuno, que seguramente había asistido a la boda sólo para comer pavo y morirse en público.

Los asistentes quedan muy impresionados y durante un buen rato todos se entristecen con mucho dramatismo, como si les importara un pimiento el yayo desconocido.

Los novios se están poniendo nerviosos, especialmente Tierra. Empieza a darse cuenta que las bodas organizadas a toda prisa pueden traer consigo un montón de problemas inesperados.

Llega la Muerte (que está pensando en dragoncitos verdes) y se encarga del difunto, que está la mar de contento. Todos se impresionan aún más y durante otro buen rato se quedan colapsados y tiesos como postes.

Tierra ya está harta, la boda no está saliendo como esperaba. El novio ha venido sin arreglar, un impresentable se les ha muerto en primera fila, su hermana se ha vestido como si fuera la novia.... Empieza a arrepentirse de no haber celebrado una ceremonia íntima.
En cuanto la Muerte se marcha (que aún tarda un buen rato, porque se siente cómoda y aprovecha para tomar unas copas) decide espabilar a Roberto.
- Qué, ¿seguimos con la boda?
- Estoy triste.
- Pero cariñito, no conocíamos de nada a este señor.
- Es igual. Estoy triste, mira qué morritos pongo.
- Para evitar deprimirte deberías hacer algo interesante. Ya sé! Podríamos casarnos!
- Creo que voy a llorar.
- Definitivamente, eres tonto.Finalmente consiguen casarse (con una lápida justo frente a una de las sillas).





Una breve muestra de los invitados: Ganímedes y su novia japonesa, el Sombrerero Loco sin sombrero y Héctor, la pareja de Orión.

La tarde transcurre apaciblemente y los invitados atacan la comida. Si nos fijamos bien, al fondo vemos a Luna escondida tras unos matorrales, enfundada en su vestido rosa.

¿Qué está haciendo exactamente? ¿Está espiando a Roberto? ¿Por qué hará eso?

De vuelta a casa, el cansacio del novio acaba con las perspectivas de Tierra de tener una
dinámica e interesante noche de bodas. Toca dormir.
Empezamos bien.... En la próxima actu.... ¿Qué sentimientos son los que alberga Luna hacia Roberto? ¿Seguirá haciendo agujeros en su pequeñísimo rincón del jardín? ¿Cómo será la transformación de Ultravioleta a adolescente? ¿Qué pasará cuando Casiopea regrese de Francia y vea el estropicio de las reformas? ¿Tendrán una noche de pasión finalmente los novios? ¿Por qué Susanito le presta tan poca atención a
su página de Facebook?
