Perdón por el doble post pero ya tengo el siguiente capi y para no atrasarme y dejar de publicar por tiempo.
En este capi se puede revelar un poco más lo que esta sucediendo,
MensajeraEl lunes había llegado, hoy por primera vez trabajaría para ganar mi propio dinero, cuando era pequeña le ayudaba a mi tía a vender alguna que otra cosa que ella creaba en sus tiempos libres, pero no ganaba nada de lo que ella vendía por lo cual era trabajo caritativo. Mi primer trabajo consistía en ayudar a todos los clientes del lugar en elegir las prendas que más les fuera, no tenía un buen sentido de la moda pero me gustaba combinar los colores lo cual hacia que mi trabajo no fuera de lo más pesado y mucho menos problemático con los clientes.

Por todos lados había ropa tirada, niños gritando, gente riendo y muchos en las filas para pagar aquellos artículos finos que vendía la tienda, habían oferta en el área de damas por lo cual las señoras y niñas de la ciudad se deleitaban con cada una de las prendas que encontraban era, como una explosión de ropa. Los hombres se probaban los trajes más finos de la tienda mientras le hacían alguna mirada picarona a una de las damas del lugar. Se podía decir que había una cantidad de gente magnifica.

De la tienda salían y entraban personas en cada minuto haciendo que el trabajo fuera peor, claro yo lo hacía con gusto y me divertía con alguno de los clientes que llegaban, los cuales me contaban historias de sus viaje y alguno que otro solo un chiste sin sentido pero muy divertido. La gente no era de una clase en especifico se podía ver personas de todas las clases, desde los más pobres de la ciudad a los más rico ya que la tienda tenía algo para cada quien.

Adela por su parte estaba siempre en la zona de niños, ayudaba a las mamás con sus bebes, jugaba un rato con alguna niña del lugar o solo disfrutaba decorar con accesorios la cabellera de aquellas niñas morenas que se acercaban a ella con una gran sonrisa, le gustaba hacerle alguna trenza a una de las madres como una forma de cortesía por parte de su tienda, se podía decir que era una buena dueña la cual le fascinaba su trabajo como a nadie más. De vez en cuando sacaba de su oficina algunos moños de colores que les regalaba a las niñas que les respondiera cuantos años llevaba la tienda en la ciudad.
-Carla veo que te ha ido bien hoy, ninguna queja tuya, estas 2 horas que llevas de trabajo la gente a salida satisfecha y se puede decir que te has hecho famosa en corto tiempo- dijo Adela la cual recogía y ponía algunas cosas en los estantes-.
-Es suerte de principiante, no puedo decir que es algo que llevo como don pero me gusta hacer que la gente se vea bien.
-Claro eso es lo impórtate.

Mi trabajo no era el más perfecto del mundo ni el mejor pagado, pero era algo que me gustaba, las señoras siempre jugaban conmigo y me ponían alguno que otros accesorios, algún piropo salía de los señores de la tienda hacia sus novias las cuales pasaban varias veces las tarjetas de crédito para pagar aquellos vestidos largos y finos que se llevaban en grandes bolsas a sus automóviles, parecía un desfile de modelos. Algunas hablaban de sus años en Francia y los miles de perfumes que habían comprado. Me acerque un instante a la recesionista, Un nombre muy común en la ciudad era el que llevaba aquella señorita. Lola.
-Me dirías en donde están los baños.
-Subes las escaleras verás el Gym pasas una de las puertas al final hay dos puertas, entras en al izquierda.
-Gracias.

Subí las escaleras y entre en aquel baño como me lo había indicado Lola, solo iba a verme en el espejo y despejarme un poco, estaba cansada y solo quería escuchar el silencio, dentro de aquel baño había una puerta, me pareció extraño pero hice caso omiso.

De un momento a otro se abrió aquella puerta de la cual salió uno de los modelos de la tienda, casi desnudo, si no fuera por aquella toalla que llevaba.
-Disculpa me he confundido de baño, es que bueno como sabrás soy nueva en el lugar- dije apanadamente-.
-Si no pasa nada, por lo menos no paso algo peor, por eso siempre uso toalla uno nunca sabe, pero bueno mucho gusto, mi nombre es Ricardo- dijo el entrando nuevamente en aquella habitación.
-El mío es Carla- grite para que lograra escucharme-.

El volvió a salir, ahora sí con ropa y pudimos presentarnos como es debido, me conto su historia en la empresa así como que su nacionalidad es Española, aunque no parecía español. Aquel asentó tan bello que tenía era más como de Argentino, tal vez por lo mismo de que es modelo y conocía a muchas personas del mundo, pero de igual manera tenía un tono de voz muy bello, se podía decir que dulce y con un tono ronco, con letras que sonaban diferentes a como siempre se pronuncian y alguna que otra palabra picarona. El hombre era alto como ningún otro, podía calcularle 1.83 de estatura, su cabello era algo corto pero no demasiado.
-Bueno niña fue un placer haberte conocido, no le digamos a nadie lo que paso, se que fue un accidente.
-Si no te preocupes, a mí también me dio gusto conocerte, por otra parte me gustaría trabar una mejor amistad contigo, uno nunca sabe que puede esperarme en el futuro y necesite de tu ayuda como modelo- dije riéndome un poco de lo que había pasado-.
-Bueno, me parece.

Seguí trabajando ahora con una leve sonrisa en mi rostro de lo que había sucedido con el hombre alto del baño, que no lo puedo negar era muy atractivo, su cabello amarillo, sus ojos verdes y su piel blanca con un cuerpo completamente marcado era una combinación irresistible para cualquier dama de la tienda, lo mejor de todo esto es que tenía un carisma que nadie le podía quitar, si no hubiera sido por eso no habría trabado conversación con él. Lola se me acerco como para burlarse de mí, por lo cual me sabía defender bien de esos ataques de malas intenciones, no me iba a dejar por una más de la tienda y mucho menos por ella.
-¿Cómo te fue en el baño?- dijo ella con una leve risita burlona-.
-Pues bien, de hecho conocí al modelo principal de la pasarela, Ricardo, un hombre muy majo y bien portado, no como otras personillas- dije caminando hacia uno de los estantes-.
-Bueno ya no es para tanto, solo era una simple bromita…

Seguí con mi labor ignorando a mi compañera, la cual se seguía riendo un poco de su chiste, pero no importaba a mi no me había afectado para enojarme lo suficiente, fue todo lo contrario me hizo reír y de paso conocí a uno de los trabajadores de Adela de una manera peculiar. Entre la multitud de gente que se encontraba en el lugar podía distinguir a una mujer de cabello negro, piel pálida, vestido de color sombra y con una belleza impresionante la cual parecía que había notado mi mirada, al poco tiempo la tenía al frente.
-Me imagino que trabajas aquí, bueno niña necesito que me muestres los vestidos más negros que tengas, pero no solo negros que den un poco de aires de grandeza, algo así como un vestido de hace años, que tenga su personalidad propia.
-Si señora si gusta podemos pasar a la zona de vestido y mostrarle algunos que a mi parecer le quedarían bien- vi sus ojos, tenían ese brillo como los de Fernando por lo que se veía me encontraba con una vampiresa de la ciudad-.
-Si eso me parece, por favor dime Madame Coline, que señora se escucha muy mal…

La lleve a la otra sala en donde le mostré los demás vestido que habían en la tienda, algunos les iba mejor, otros solo se le veían bien, ella cogía algunos sombreros y se los probaba, alguno que otro solo los veía de lejos, la mujer tenía buen gusto sacando que los únicos colores que elegía era el rojo y el negro. Eligio algunos de los vestidos más caros, accesorios para combinar y dos sombreros de los más bellos que tenía Adela.
-Niña yo sé quién eres… entre los vampiros de la ciudad se ha corrido el rumor de quien eres, por lo cual ten cuidado, claro no tengas miedo que los vampiros de por aquí son casi inofensivos, uno que otro son los verdaderos vampiros- dijo ella dándome entender que ella era de los reales-.
-¿Cómo has sabido que trabajo aquí?, bueno eso es lo de menos, pero ¿Qué es lo que quieres de mi?
-Tranquila pequeña, yo solo soy una vampiro de muchos años que se a mantenido neutral, pero ten cuidado de los demás, uno nunca sabe el que quiera atacar. Aparte de todo están las Sombras, también te buscan por lo cual ten cuidado en las noches, que es el único momento en donde ellas salen…
-Dame un momento…
-Tranquila pagaremos estos vestidos y saldremos a conversar necesito decirte algo antes de que sea tarde.

Ya era mi hora de salir por lo cual podía ya retirarme, le cobre a Coline su vestido y salimos juntas del lugar, la noche ya había salido y se sentía un frio, no había luna por lo cual se podía creer que no había muchos vampiros por la ciudad, ni nada que hiciera un ambiente tenso y peligroso para mi vida. Caminamos hasta llegar a un pequeño parque con poca iluminación, el aire corría haciendo que los arboles se movieran rápidamente, causando un ambiente terrorífico en donde por fin Coline soltó la primera palabra que agudizo mis tranquilos odios e hizo que mi cuerpo corriera sudor frio.
- Aquel hombre del que te has enamorado esconde un gran secreto del cual nunca se a hablado, cuando era una parte importante del clan lo supe, tal vez nunca has escuchado mi nombre… Tal vez pienses que miento…
-¿Qué es aquello que nadie sabe de él?
-Él antes era un asesino… Pero antes de ser aquella bestia se había enamorado de una gran mujer, una doncella querida por toda la ciudad, una princesa para el pueblo. Ella era una de las mujeres de la alta sociedad de aquel entonces…
-¿Quien era?
-Esa mujer era Rose… El problema de todo esto es que Rose estaba comprometida con un hombre de la alta sociedad, igual a ella, el problema es que Rose no era vampira, no era una de nosotras, era una mujer cualquiera… Pero él si era un vampiro, el cual la había hipnotizado para que se casara, el solo buscaba su riqueza…
-¿Pero esto que tiene que ver con Fer?

<<Fernando… Caín era un hombre tranquilo, que se enamoro sin razón de la belleza de aquella dama, en las noches la iba a ver llevándole las flores más rojas. Una noche Alfred los encontró juntos, por lo cual lo maldijo diciendo que alguien que se acercará a él moriría de la peor forma, que nunca podría enamorarse… Rose unos días antes le había pedido a Fernando que la mordiera para vivir eternamente a su lado pero la maldición le impidió sus planes… Años después Fernando intento buscar la solución más fácil… Asesinar a Alfred y escapar con su amada… El problema es que Rose lo culpo de haberla abandonado aquella noche condenándola a formar parte de la vida de Alfred… Fernando de la ira que tuvo asesino a cada uno de su familia dejándola a ella sola… Asesino a Alfred, asesino a sus padres, a su nana, a su abuela y cada persona que se le acercaba… Rose juro vengarse de aquel hombre que le robo el corazón alguna vez y acabar con todas las personas que lo rodearan…>> La historia de Fernando me ponía nerviosa, mi amado fue un asesino que mato por un viejo amor que busca venganza.

-Entonces Rose se puede decir que me busca por venganza de Fer… Ahora entiendo un poco más de todo esto…
-Pero hay no termina… Las sombras no te quieren por venganza, te quieren para acabar con Fernando… Las sombras son todas las personas “humanas” que fueron asesinadas sin piedad por algún vampiro… En este caso Fernando…
-Así que las sombras son como los muertos que cada vampiro carga en su pasado.
-Así es por lo cual no te acerques mucho a ellas y trata de siempre estar cerca de alguien- Dijo mientras veía el cielo y se marchaba como cualquier vampiresa fría-.

El pasado de Fernando era más oscuro de lo que pensaba, pero cada vez había más cosas que poco a poco se revelaban. Ahora entendía quien era Rose y el porque me odiaba tanto, lo entendía su único y verdadero amor la traiciono condenándola a sufrir con un hombre que ella nunca quiso, que no deseo y que jamás pidió. Las sombras por su parte era el recuerdo vivo de cada uno de los asesinatos que Caín había realizado en su vida pasada, eran como los fantasmas de su pasado en su presente. Pero todavía me quedaba saber quien era la chica que había mencionado la vidente aquella tarde en el concierto. Todo se complicaba y se revelaba cada vez más, no entendía todo muy bien pero poco a poco la vida de Fer se mostraba en destellos de luces sin vida.
