Capítulo 2 - Cambio de actitud - Más torpe de lo normal...Después de encontrarse, empieza ha lloviznar, que posteriormente se pasó a una lluvia fuerte. Ésta trajo consigo el inicio de una profecía que solo con el tiempo se hará realidad...
Agnes, a pesar de su genio, lo invitó a pasar a su casa.

No perdieron el tiempo. Se dieron un beso bajo la lluvia.

Se sentaron a ver el cielo, a pesar de estar nublado. Ella solo podía pensar en la muerte de su marido y de la promesa que hicieron antes de su muerte.

Llovía más fuerte y tuvieron que entrar, subieron al segundo piso. Agnes recordó sus clases de simlish antiguo y pudo comunicarse con Pedro.
Agnes: Mama seca saca tumba hony deep: Deberías darte un baño, estás que levantas a los muertos. (Espero que ha mi esposo no)


Pedro: Lo casa oir monsones of regina gles (Me baño yo si hay río cerca)

Agnes: si rota mi, agno (no es necesario, ven)
Ya en el baño, Agne lo empezó a examinar y notó que si cabía en la bañera.

Le preparó la tina y le explicó lo que debía hacer y no hacer.

Pedro se metió y disfrutó del baño, no tan cómodo como un río, pero pasaba...

Salió del baño, pero tenía la misma ropa puesta, así que tenía otra vez el hedor del principio.

Le invitó a bañarse otra vez, no sin antes examinarlo para saber si le quedaba la ropa.

Se bañó otra vez... Todavía seguía siendo incomodo.

Salió del baño y se puso otra vez la misma ropa, pero ya no importaba.
Pedro: Tronco e bemba (Perdón)

Agnes buscó en el cajón de ropa de su esposo y encontró un traje perfecto para él.

Se lo entregó envuelto en papel de regalo, pero él ni lo notó.

Se metieron detrás de un mamparo, para que nadie los viera como se cambiaba (a pesar de que no había nadie). Agnes le explicó cómo se debía vestir.
Agnes: Otor gueco ec on, ec...(El interior no va en la boca, va en...)


Después de explicarle, espero afuera a que terminara... Pensando en la promesa de su difunto marido.

Pedro terminó y salió a la espera de Agne.

Agnes se sorprendió de como quedó, todo un galán.

Agnes le robó un beso.


Pedro creyó que ya era hora de cumplir su misión de reconstruir la historia y la agarró de brazos.


Pero ella pataleó, no estaba lista para eso. Le recriminó y le preguntó ¿Qué estupidez estaba haciendo?

Pedro le respondió que solo lo quería hacer porque se lo dijo una pseudocientífica llama endemoniada por el Dios del sol.

Ella, sintiéndose humillada, lo echó de la casa.

Pero en el fondo Agnes se arrepentiría de lo que acababa de hacer.

Pedro no tuvo remedio, no pudo cumplir su misión, por esta vez...
¿Podrá reparar los errores cometidos y cumplir la misión con Agnes? Descúbrelo en un próximo capítulo, ¡Hasta luego!